En central park

Bueno, todo en orden. Ya he llegado, he ido al Candy's Hostel, me comprado la cena y me ido a Central Park a comer mientras os escribo estas palabrillas. A pesar de solo llevar un día, no me faltan anecdotas que contar.
Para empezar, un consejo: si entrais en los lavabos del avión, no os olvideis de echar el pestillo, pues un servidor se ha olvidado y una señora me ha visto el pajarito a 10 mil metros de altura.
Más. Nada más aterrizar, lo nunca visto, yo mismo pierdo mi maleta. Al recojer el equipaje, ya lo tenia conmigo, una señorita me idica que debo ir hacia una direccion donde los pasajeros dejaban otra vez su equipaje. Yo, por el rollo de la seguridad y eso, no he discutido, tampoco es plan. Asi que le he entregado la maleta a una señorita que la ha puesto en una banda de esas deslizantes. Al alejarme dos metros me pregunto ¿para que demonios le entrego mi maleta?. Resulta que era para los que hacen conexiones con otros vuelos. Es decir, que soy gilipollas. Mi maleta ya habia desaparecido con todas las demas. Dos horas reclamando mi maleta, al final ha vuelto conmigo. Final feliz.
Bueno, de momento todo (muy) bien, ahora son las 18:15, aqui se esta genial, primavera, Central Park es un lujo y ahora me piro a comprarme una camara de fotos xula en H&B.

Mañana a casa de Alejandro.

Un abrazcete